
Sergio Díaz-Granados
Presidente ejecutivo de CAF. Previamente, se desempeñó como director ejecutivo para Colombia en el BID. Fue ministro de Comercio, Industria y Turismo, viceministro de Desarrollo Empresarial, y presidente del Directorio de Bancoldex y Procolombia, en Colombia. Es abogado y especialista en Gobierno y Finanzas de la Universidad Externado de Colombia, con estudios de posgrado en Gerencia Pública para el Desarrollo Social realizados en INAP (España).
Entrevista
P./ ¿Cuáles son los principales desafíos presentes y futuros que tiene la región para lograr su desarrollo en las próximas décadas?
Los desafíos presentes que tiene América Latina y el Caribe hoy es, esencialmente, su bajo crecimiento económico. Y esto, en la última década, ha sido particularmente más severo porque casi que desde el 2008 para acá, la región ha venido con promedios de crecimiento entre el 0,9 y el 1,3 %. Y ese bajo crecimiento es el peor desde 1950. Tenemos un gran desafío presente y es retomar la senda de crecimiento. Ese bajo crecimiento de América Latina, además, se expresa en algunas variables que vale la pena recordar.
Uno, las altas tasas de informalidad de América Latina y el Caribe que, en promedio, están entre el 55 % y el 58%, con países que están cercanos ya al 90% de informalidad y países que están alrededor del 25%, 26%, con una gran heterogeneidad, pero con una media de informalidad muy alta para América Latina y el Caribe.
Lo segundo, con bajas tasas de intercambio comercial. La región, a pesar de todos los esfuerzos y los múltiples esfuerzos en integración, tiene una de las tasas más bajas de intercambio comercial con los países vecinos de integración comercial, tanto de bienes como de servicios, es muy baja en comparación con otras regiones. Y, por supuesto, tenemos un problema también de estancamiento en la expansión de las clases medias. Las clases medias están en un estrés constante y todas las encuestas de humor social lo demuestran en América Latina y el Caribe. El sentimiento de inseguridad, no solamente física, sino de incertidumbre que rodea a las clases medias en América Latina y el Caribe. Y esto está muy asociado con el bajo crecimiento.
Ahora, ¿hay desafíos futuros? Por supuesto. Uno de ellos es el envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe. No vamos a poder contar con el bono poblacional como sí lo va a hacer África. 42 % de los jóvenes a nivel mundial van a estar en África de aquí al 2030. Nosotros ya no contamos con ese bono poblacional.
La realidad es que vamos a tener un crecimiento del 11 % al 18 % de la población mayor a 65 años en los próximos 30 años. Lo cual quiere decir que la región tiene que prepararse para buscar formas de crecimiento económico con una menor población o un menor bono demográfico que el que nos acompañó en las décadas de los 50, 60 y 70. Esto va a ser un desafío futuro muy importante.
Un desafío presente pero que se va a incrementar en el futuro es el del cambio climático. Nuestra región es la más expuesta por estar situada, la mayor parte de la población, entre los trópicos de Capricornio y de Cáncer. Vamos a tener un mayor impacto por cuenta del cambio climático que la región no ha generado. Por supuesto, la primera línea que va a enfrentar este choque climático son las islas del Caribe. Pero, en general, todas las poblaciones costeras de América Latina y el Caribe van a estar expuestas duramente al cambio climático. Ya hemos visto en los últimos años las facturas enormes que nos ha pasado la crisis de cambio climático que, particularmente, es una crisis hídrica, por exceso o por falta de agua. Lo hemos visto en todos los países de la región, desde incendios forestales, a inundaciones, a sequías, a colapsos en el sistema eléctrico. De manera que América ya tiene un desafío presente que va a incrementarse en el futuro y es el de la adaptación al cambio climático. Prepararse para ello va a ser vital para América Latina y el Caribe para asegurar el crecimiento.
Por otro lado, tenemos ciertos sectores de la economía que vienen demostrando una fatiga en su crecimiento, y es el caso, por ejemplo, de la construcción de viviendas. Vemos una contracción en los últimos diez años de la oferta de vivienda en América Latina y el Caribe. Lo cual también implica, por supuesto, que hay que preparar una serie de reformas y de políticas en muchos de los sectores en América Latina y el Caribe para revitalizar su crecimiento. Y todo esto tiene que derivar en la pregunta de fondo, y es cómo retomar la senda de crecimiento en América Latina y el Caribe, cómo elevar la productividad de América Latina y el Caribe. La región necesita hoy más que nunca tomar en cuenta las tendencias, especialmente la descarbonización y la digitalización como parte de las herramientas para el crecimiento de la región.
P./ Usted ha destacado la idea de América Latina y el Caribe como una región solución. ¿A qué se refiere?, ¿qué atributos tiene la región?, ¿qué atributos tiene la región para lograr aportar a los grandes problemas globales?, ¿qué condiciones y políticas son claves para lograr esto?
América Latina es región solución porque tiene lo que el mundo necesita. Tiene la capacidad para aumentar la producción de alimentos en un mundo que no ha resuelto todavía los problemas de pobreza y desnutrición, ni al interior de América Latina, ni por supuesto en el resto de las regiones emergentes a nivel mundial. América Latina puede convertirse en una región que ofrezca soluciones de carácter nutricional para el planeta, no solamente para la región. Somos región solución en cuanto a la capacidad que tenemos de producción de alimentos en todos los pisos térmicos, de norte a sur, desde México hasta Argentina. La región es una potencia productora de alimentos. Podemos alimentar no solamente a nuestra región, sino asegurar la nutrición para muchas otras regiones a nivel mundial. De manera que es un primer gran atributo que tiene la región cuando decimos que región solución, lo decimos sobre la base de los atributos actuales y su potencial.
Lo segundo, la región es vital para la transición energética. El mundo requiere una huella de carbono más reducida y América Latina tiene todas las condiciones para generar energías tanto renovables no convencionales, como eólica y como solar, pero también ampliar su capacidad de hidro en la región. De manera que tenemos un potencial enorme para hacer de la transición energética una realidad desde América Latina y el Caribe, y llevar esas energías limpias, esas energías verdes, a la producción de bienes y servicios. Con lo cual América Latina puede convertirse en una de las soluciones importantes a nivel mundial en la producción de bienes y servicios con una menor huella de carbono. Y esa es una gran oportunidad que tiene hoy América Latina y el Caribe.
Lo tercero es que la región tiene la concentración de minerales, de metales de tierras raras en países como Brasil, como República Dominicana, en Chile, en Perú, en Centroamérica, tenemos en toda la región un gran potencial de minerales y metales que nos permiten convertirnos en un actor relevante para la transición digital. Los minerales y metales que requiere la transición digital, la transición energética, se encuentran en concentraciones importantes en América Latina y el Caribe. Y tenemos que pensar en esa oportunidad que ofrece la región, no para convertirnos en un exportador como ha sido en el pasado de materias primas, sino para poder evolucionar, como lo han hecho otros países en el mundo, de utilizar sus materias primas para darle valor agregado.
Tenemos una gran oportunidad en América Latina en al menos tres aspectos en los cuales América Latina y el Caribe es región solución: en la producción de alimentos, en la ampliación de la producción de bienes y servicios a partir de energías limpias, y en el uso de sus recursos naturales para darle valor agregado y hacer posible una transición energética y digital a nivel global.
P./ ¿Cuáles son los atributos distintivos de CAF para contribuir al desarrollo de América Latina y el Caribe?
Lo importante de los atributos de CAF es recordar que este banco es de América Latina, para América Latina y el Caribe, y por América Latina y el Caribe. El banco es un banco liderado por los países de la región, es un banco que le pertenece a la región. Con lo cual, con esa descripción, con esa definición, es un banco próximo a las necesidades de cada país, con una agenda de desarrollo que refleja las prioridades, las necesidades de cada uno de los países de la región, que comprende la importancia de la integración regional, que además entiende los desafíos que son los más acuciosos, los más importantes hoy para América Latina y el Caribe. Yo creo que la característica de gobernanza de CAF lo hace un banco próximo a los países de la región y con una capacidad de entendimiento de los problemas y desafíos de la región mucho más próximo y lo que le permite, por supuesto, desplegar unas políticas y unos programas que son los que efectivamente la región necesita.