Retrato de Gianpiero Leoncini

Gianpiero Leoncini

Vicepresidente ejecutivo de CAF. Anteriormente, se desempeñó como Representante de CAF en Trinidad y Tobago y Director de Secretaría y Relaciones Externas. Previo a su ingreso al banco fue jefe de gabinete del secretario general de la Comunidad Andina. Es licenciado en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales del Instituto de Estudios Políticos de París, y cuenta con una Maestría en Administración Pública de la Escuela Nacional de Administración (ENA), Francia.

Entrevista

P./ ¿Cómo ha influido el aprendizaje continuo en la orientación estratégica de CAF y qué mensaje transmitiría al sector público sobre la importancia de incorporar el aprendizaje en la gestión?

Creo que dentro de la misión de CAF de promover el desarrollo sostenible y la integración, tenemos la posibilidad de ser una gran escuela de aprendizaje para nosotros mismos y para nuestros países. En primer lugar, somos un nodo para compartir experiencias y llevar a los países, de acuerdo con sus necesidades, con sus solicitudes, los mejores aprendizajes, las mejores experiencias de distintas partes del mundo y en particular de América Latina, para compartirlas y que se puedan reflejar en las políticas públicas. Tenemos ese gran privilegio de que tenemos una red de alianzas, una serie de radares en la región para detectar dónde están los casos de éxito y poder llevarlos a los que los necesitan en función de sus prioridades.

Creo que esa es una ventaja enorme que nuestras oficinas de representación tienen cuando interactúan con sus gobiernos, de poder escucharlos y decirles: “en tal otro país hicieron esto. ¿Te interesa que lo veamos acá?” Y nosotros tenemos con nuestras herramientas financieras y de asistencia técnica la posibilidad de traer esas enseñanzas y contribuir a mejorar la calidad de las políticas públicas. De la misma forma, a lo interno, hemos hecho cada vez un mayor esfuerzo para mejorar el aprendizaje continuo a partir de nuestra Dirección de Aprendizaje de Políticas y Medición de impacto, donde las mediciones, las evaluaciones de impacto de cada una de nuestras operaciones, nos permite extraer lecciones y aplicarlas en los futuros proyectos.

Adicionalmente, considero que el RED es un gran instrumento de aprendizaje porque en cada tema que elegimos buscamos a fondo, a través de la investigación, todas las políticas más avanzadas, las medidas más efectivas, a través de un trabajo académico riguroso, y se condensan en síntesis que son sumamente útiles para los tomadores de decisiones de la región. Y así el RED también es una de las grandes herramientas de aprendizaje que tiene CAF.

P./ ¿Qué rol le atribuye a la adopción de tecnologías digitales para el funcionamiento de las organizaciones de la región?, ¿cuáles son los grandes desafíos para que las organizaciones adopten estas nuevas tecnologías digitales?

La transformación digital está en el centro de la estrategia interna y externa de CAF. Nosotros a lo interno hemos trabajado fuertemente en plasmar una estrategia de transformación digital que ayude a la organización a ser más competitiva, más eficiente, más ágil, que es hacia donde siempre apunta. Y en ese sentido estamos trabajando con datos, con inteligencia artificial, con reemplazo de los sistemas de manejo de todo el proceso de crédito para brindar un mejor servicio a nuestros países. Pero no solamente eso, también en la estrategia de apoyo a los países socios.

La transformación digital es uno de los ejes transversales de nuestra estrategia de desarrollo y está presente en distintos aspectos del trabajo de políticas públicas, desde lo que es la misma inversión en digitalización, en conectividad, pero también con todo lo que tiene que ver con educación y el uso de las herramientas tecnológicas para transformar la educación del siglo XXI; en temas de salud, donde también estamos invirtiendo en telemedicina y en mejorar los servicios de salud; y con una importancia central en la mejora del Estado mismo, lo que significa la tecnología para poder brindar mejor servicio al ciudadano y, por ejemplo también, para la lucha contra la corrupción a través de los mecanismos de compras públicas digitalizadas que puedan servir para prevenir la corrupción. Todo esto requiere, por supuesto, a nivel de las organizaciones, un gran esfuerzo en alfabetización digital, en formación, en inversión en infraestructura, por lo cual es un reto fundamental y algo en lo que CAF está profundamente comprometida.

P./ ¿Qué importancia tiene fortalecer la cultura y el sentido de pertenencia institucional para motivar el esfuerzo y el compromiso de las personas en las organizaciones?, ¿qué pueden hacer las organizaciones de la región para promover el compromiso de su trabajadores?

Creo que la cultura corporativa es un elemento fundamental que debe tener cualquier organización para que le vaya bien. Hay principios generales como que los trabajadores, que los empleados, tengan metas claras, que reciban una comunicación interna saludable, que se promueva un clima laboral positivo. Y nosotros en CAF tenemos la suerte de contar con esos elementos, pero basados además en un elemento diferenciador que hace un poco nuestro orgullo y nuestro sentido de pertenencia, que es ser el banco de América Latina y el Caribe para América Latina y el Caribe.

Nosotros no somos una organización que tiene donantes y beneficiarios, sino una cooperativa donde todos aportamos y todos recibimos. El bienestar de la organización significa también el bien común para todos sus miembros. Ese elemento cultural permea y debe permear en todos los empleados de la organización para seguir garantizando nuestro éxito y creo que es algo de lo cual nosotros nos sentimos orgullosos por trabajar en CAF y que seguimos impulsando día a día a medida que crecemos, que recibimos nuevos talentos. Transmitirles esta visión, este factor que hace de CAF un organismo único en América Latina y el Caribe y que lo traducimos en lo que llamamos las cuatro C de nuestra identidad cultural: compromiso, crecimiento, confianza y calidad. Esos elementos son los que CAF trabaja como organización para tener una cultura corporativa cada vez más sólida y que nos permita trabajar con más entusiasmo, con más motivación, y con más efectividad a favor de nuestros países.